El diseño de una casa con una piscina integrada comienza por entender las necesidades del cliente y el entorno. Primero, analizo el terreno para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas. Luego, diseño la distribución de la casa de manera que la piscina se convierta en una extensión del espacio habitable, utilizando grandes ventanales que conecten el interior con el exterior.
Elijo materiales que complementen la estética de la casa y sean resistentes al agua, creando una armonía visual. La piscina puede tener formas orgánicas para integrarse mejor con el paisaje o un diseño rectangular para un estilo más moderno. También incorporo áreas de descanso y jardinería alrededor para crear un ambiente relajante. Finalmente, me aseguro de que la instalación de la piscina cumpla con todas las normativas y de que se integre en el sistema de sostenibilidad del hogar, considerando la eficiencia energética y el uso responsable del agua.